Sendero metafísico de la verdad ¿Estoy en él? ¿Cómo puedo comprobarlo? Una serie de puntos para evaluarnos

Sendero metafísico de la verdad

Sendero metafísico de la verdad: ¿Estoy en él? ¿Cómo puedo comprobarlo? Significado, el camino de la verdad, el camino, la verdad y la vida, filosofía de vida, filosofía espiritual, el camino a la verdad.

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El Sendero metafísico de la verdad: ¿Estoy en él? ¿Cómo puedo comprobarlo? Significado, el camino de la verdad, el camino, la verdad y la vida, filosofía de vida, filosofía espiritual, el camino a la verdad.
Estoy en el Sendero metafísico de la verdad si cumplo religiosamente los siguientes quince puntos:

1.- Si siempre busco lo bueno de toda persona, situación o cosa. Cuando ocurra algo extraño, algo que de momento no nos parece favorable, puede que sea por bien, aunque al principio no lo apreciamos así, debemos decir:

“Bendigo el bien que se encuentra en esta situación y quiero verlo”.

2.- Si resueltamente doy la espalda al pasado, bueno o malo. Si se piensa en el pasado, con la mente se le hace regresar y puede volver a suceder. Tampoco se debe evocar lo agradable o bueno que haya habido en él, porque siempre junto a lo bueno hay mezclas de influencias negativas, que vuelven a vivir junto con lo bueno. Hay que vivir en el presente, embelleciéndolo, haciéndolo mejor en todo cuanto de nosotros dependa.

3.- Si perdono a todo el mundo, sin excepción y me perdono yo mismo, de todo corazón. No se puede perdonar la misma cosa dos veces, basta una y eso ya quedó borrado. Basta decir: “Yo perdono”, y cualquier resentimiento que permanezca dentro de nosotros, Entregarlo a nuestro cristo interior, Él se encargará de disolverlo.

4.- Si yo veo mi obligación de cada día como cosa sagrada y cumplo a cabalidad, gústeme o no. No quiere esto decir que debemos resignarnos a ejecutar de por vida una tarea ingrata, no, ejecutemos lo que tenemos que hacer lo mejor que podamos y sepamos, con alegría, pero con la mirada puesta en algo que nos guste más, lo cual vendrá a nosotros con toda seguridad en un futuro no muy lejano. La resignación no se recomienda, sino el espíritu de obediencia, de colaboración, de optimismo y dinamismo en cualquier cosa que debamos realizar.
5.- Si tomo las medidas para manifestar un cuerpo sano y para formar un ambiente armonioso a mi alrededor. No debemos tener prejuicios contra nada, todo lo que hizo Dios es bueno y tiene su utilidad, el asunto es usarlo todo con sabiduría, con moderación, pues el abuso es el que daña, el que rompe la armonía de la salud. Hasta las sustancias venenosas, usadas en la medida justa son maravillosos medios de curación. Si te gusta la guayaba y piensas que te hace daño, te hará daño. Más si piensas que la hizo Dios y Dios no hizo nada dañino, comerás la guayaba moderadamente y no te hará mal alguno, sino por el contrario, te proporcionará placer y llevarás a tu cuerpo sustancias vitales necesarias para su sustentación. Si comes una cantidad exagerada de guayabas en el pecado llevarás la penitencia, pescarás una indigestión, no ocasionada por la guayaba en sí, sino por tu exageración. No se puede romper el ritmo pues se rompe el equilibrio, y al romperse el equilibrio aparece el desajuste, la enfermedad.

6.- Si trato de servir a otros moderadamente, sin interferir su libertad, su libre albedrío, sin causarles molestias. Siempre es bueno prestar la ayuda que nos piden con alegría, ofrecerla sólo en casos en que sea muy manifiesta la necesidad. Hay que tener espíritu de cooperación sin absorber a la persona con quien se coopera o
a la que se ayuda, sino empujarla, dejarla que camine sola, pues de otro modo impediríamos su natural desarrollo.

7.- Si aprovecho todas las oportunidades de enseñar LA VERDAD sabiamente, sin forzar la voluntad del discípulo. Si ves que no te hace caso o hace burla de tus palabras, cambia el tema, esa alma aún no está preparada, no ha llegado aún el grado de evolución necesaria para comprender LA VERDAD; hay que dejarla seguir su ruta.
La ETERNA SABIDURÍA se encarga de él y lo enseñará a su tiempo. Cabe aquí una parábola de Amado Nervo: “Si alguien te pide un vaso de agua ofréceselo delicadamente y coloca un pétalo fragante de rosa encima del agua. Si ves que esa persona toma el pétalo con delicadeza entre sus dedos, lo aspira con fricción y lo guarda celosamente entre las páginas de un libro, dale la rosa entera. Si por el contrario aparta el pétalo groseramente tirándolo al suelo para beberse el agua, cuando te vuelva a pedir agua dásela limpia y transparente pero sin el pétalo.

8.- Si evito rígidamente la crítica. Recuerda la Ley de la Correspondencia. Cuando criticas a otro piensas mal de él, a su vez alguien pensará mal de ti o hablará mal de ti. No se debe usar nunca el YO SOY o ÉL ES de una manera impremeditada. YO SOY es la afirmación de Dios en nosotros. YO SOY miope; te estás criticando a ti mismo, estás afirmando poseer una condición que no te favorece y ya desde ese mismo instante comienzas a poseerla. FULANO ES UN LADRÓN; con esta afirmación lo atas a esa condición de ladrón y lo haces un ladrón sin remedio, es
mejor decir a FULANO LE GUSTA ROBARSE LAS COSAS, y no FULANO ES. Y lo mejor es no criticar.

9.- Si dedico diariamente por lo menos un cuarto de hora a la meditación o a la oración. La oración es la platica con Dios, la meditación es la oración pensada. Ambas te ponen en contacto con tu Creador. Él siempre te está esperando, atento en todo instante al momento en que te diriges a Él, con el corazón puro y la mente puesta en lo alto. Los frutos de la oración son inmensos, la oración es la puerta de la riqueza espiritual y material, sólo hay que saber orar. Es muy conveniente en casos en que se necesita algo con urgencia, hacer una cadena con varios creyentes, ponerse de acuerdo, y a la misma hora exacta, ponerse en oración por la misma necesidad. Los efectos son asombrosos.

10.- Si leo por lo menos siete versículos de la BIBLIA diariamente. Se recomienda especialmente el Libro de los Salmos (en la Biblia leer con preferencia los Salmos 23, 37, 46 y 91). Asimismo el capítulo 3º. Del Eclesiastés contiene maravillosas enseñanzas. Puedes y debes leerlo cada día repetidamente, pues estas lecturas contienen tan profundas enseñanzas, que cada día hallarás en ellas una nueva VERDAD en la que ayer no reparaste. La BIBLIA es un libro para leerlo toda la vida.

11.- Si decreto y reclamo comprensión espiritual para mi. Debo pedir a la SABIDURÍA DIVINA que me otorgue mi parte de SABIDURÍA, que ilumine mi inteligencia con su LUZ. Ya sabes que tu mente es la Mente Divina, que TODA LA SABIDURÍA DE DIOS ESTÁ EN TU MENTE BUSCANDO EXPRESIÓN, y tú con tu actitud debes abrir la puerta a esa manifestación de la SABIDURÍA DE DIOS en ti, sabiendo que nada posees por ti mismo, que todo atributo te viene de la fuente inmanente que es DIOS, que SU PRESENCIA representada por siete colores en forma de halo alrededor del centro que es azul, emanan constantemente, hacia ti todos los dones de la verdad: tu labor es ponerte en posición de recibirlos y los recibirás.
Sendero metafísico de la verdad: ¿Estoy en él? ¿Cómo puedo comprobarlo? Significado, el camino de la verdad, el camino, la verdad y la vida, filosofía de vida, filosofía espiritual, el camino a la verdad.

12.- Si acostumbro dar a DIOS mi primer pensamiento al levantarme, le doy gracias por SU AMOR y bendigo su nombre.

13.- Si digo el VERBO todos los días a favor de la humanidad. EL VERBO es la palabra, si la usas a tu favor y al mismo tiempo a favor de toda la HUMANIDAD, tu aura se amplía, se hace más luminosa, tú avanzas.

14.- Si practico la regla de Oro de Jesús: “Haz con los otros como tú deseas que hagan contigo”.

15.- Si comprendo que todo lo que veo es sólo una imagen y que todo puede transformarse en bien. Hay un pensamiento metafísico muy bello que dice: “El Mal no Existe, sólo existe ausencia de Bien”.

Si deseas Demostraciones y por demostraciones se entiende todo propósito logrado de las Leyes Metafísicas, pregúntate al final de cada semana, si has observado a cabalidad estos 15 puntos. Si encuentras que fallas en algunos no te desanimes, comienza de nuevo. Recuerda la tela de la araña que vuelve a empezar cuantas veces se la rompen, recuerda que en su tránsito hacia El Calvario, Cristo cayó varias veces, pero siempre se levantó para continuar la marcha y coronar la cima. Haz tú lo mismo.(Sendero metafísico de la verdad).

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Fuente

Metafísica para la vida diaria

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