Sanar a nuestras células, hablándoles desde el amor o la benevolencia profunda. Sanando heridas, emocionales, del alma, del corazón.
a. Sanar a nuestras células: Sanando heridas, emocionales, del alma, del corazón.
Hablándole a nuestras células desde el más profundo amor.
Restauren ahora, la perfecta plantilla de vuestro perfecto diseño inicial.
Recuperen niñas, la luz que más brilla: la de vuestra impronta completa y cabal .
Las amo y les agradezco que aquí en éste instante reciban mi amor y que restablezcan lo que me merezco : que mi ser recobre todo su esplendor.”
El universo no conoce la palabra no.
Con todo ese amor y comprensión y por solo el hecho de hablarles cada día y tratarlas con amor y reconocimiento, ellas responderán de inmediato y tú al instante de terminar tu charla con ellas, dales gracias y siéntete ya, sano, recién acabado de sanar.
Y habla suavemente y si no responden, hazlo más enérgicamente, pero siempre dulcemente .
Siéntete siempre sano, perfecto en armonía de cuerpo y alma, sano y vital, perfecto y tu cuerpo iluminado.
Así , hablando emocionalmente, coherentemente y constantemente, que es el idioma universal, tanto ellas como el universo responden veloces.
BUENAS TARDES ME PARECE MUY EXCELENTE ESTE ARTICULO,PARA TODOS LAS PERSONAS,PARA APRENDER A VALORAR CADA UNA DE LAS PARTES QUE COMPONEN NUESTRO CUERPO.