La importancia de la música en nuestra alma

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La importancia de la música en nuestra alma

La importancia de la música en nuestra alma por el maestro Beinsá Deunov no deja más que maravillarnos. He aquí un testimonio de un ser iluminado y sabio como pocos que hemos podido leer.

La importancia de la música en nuestra alma
La importancia de la música en nuestra alma

La importancia de la música en nuestra alma:

– Leccion del Maestro Beinsa Duno – Se leyó el tema:

“Influencia de la música”.

¿De qué mundo sale la música?

– Del mundo mental -.

¿Por qué?

Porque solo el hombre inteligente puede cantar y tocar -. Entonces, entre la música y el intelecto hay cierta relación. Ellos van paralelamente unidos. El pensamiento recto no es nada más que música.

Deber:

Aprended la gama principal, en grado ascendente y descendente , y cuando tengáis buena disposición, cantad. Los que no pueden cantar, deben hacer esfuerzos y de todas formas lograrán algo. Os vais a guiar por el piano o el órgano, empezando desde el tono natural y no arbitrariamente. Digamos que no estáis dispuestos, o estáis irritados, cantad de nuevo la gama y observad como se va a reflejar sobre vuestra psique. Si estáis irritados, o sentís algún miedo, cantad la gama hacia arriba y hacia abajo y observad en que tonos aparece desarmonía. Veréis que cada estado negativo se refleja desarmónicamente sobre un tono específico. Haciendo estas observaciones, entenderéis dónde está vuestro punto débil, y así podréis influenciarse a si mismos.

¿En qué modo?

De nuevo con la música. Cuando cantáis durante cierto tiempo, os vais a entonar. Algunos músicos no toman correctamente el tono “re”. –

¿Cuál es la razón? 

Ellos son extremadamente activos. Otros no pueden tomar correctamente el tono “do”, terceros – el “si” u otros tonos -.

Importancia del cantante:

Un cantante verdadero o un músico es aquel que siempre toma los tonos correctamente. La desarmonía más pequeña al cantar o al tocar, muestra que el cantante o el músico no guardan las relaciones razonables y naturales entre los tonos. Cuando hablamos de la música, nosotros la observamos en un sentido amplio y no solo como cantar o tocar. En tal caso, el hablar también es música.

Más el hombre ha trabajado sobre sí mismo, tanto más su hablar se vuelve musical.

Él también hace acentos en ciertas palabras, pero en él todo es armónico. En cambio el irritado, el hombre enfadado destruye la armonía en su hablar. Habla una vez “forte”, otra vez “pianíssimo”, pero donde debe y donde no debía de hacerlo, y esto hace su hablar no musical y desagradable.

Debemos hablar musicalmente:

Puesto que la gente todavía no ha llegado a hablar musicalmente, esto muestra que la tonalidad en ellos no está bien desarrollada. A ello se debe que todos trabajen sobre la música. Esto es especialmente necesario porque la música alarga la vida. La criminalidad se debe, una vez más, a la falta de musicalidad. La música es un estímulo en la vida. Mientras canta o toca, el hombre atrae mas sangre hacia la parte delantera del cerebro, hacia la frente, donde está el centro musical. La pérdida de aspiración hacia la música en el hombre, se debe a los hermanos negros. Cuando ven que alguien canta, ellos le susurran:

¿Pero para que cantas en tu vejez?

Aún sin tu cantar la vida se desarrolla. Además, hoy tú estás indispuesto, no hay para qué cantar y perder tus fuerzas.” Así, tú das oído a estos susurros y dejas de cantar. Hoy no cantas, mañana no cantas, hasta que pierdes tu suavidad y empiezas a endurecerte, es decir, a volverte burdo. De esta manera, la sangre desciende en la parte posterior del cerebro y el centro musical se seca. Algunos se avergüenzan de cantar, porque sus conocidos se ríen de ellos puesto que no cantan bien. No hay porqué avergonzarse. Cada uno cantará para sí mismo. No penséis que hay muchos cantantes en el mundo.

Los cantantes verdaderos son pocos:

Todos los demás cantantes o músicos son mediocres. La musicalidad es un sentido natural en el hombre, en el cuál no deben participar sólo la mente y el corazón, sino también el alma. Si ella no participa, el cantante es ordinario. El cantante bueno canta, sin pensar cómo y por dónde empezar, o si agradará a los escuchantes o no, etc. Quien piensa en estas cosas, no puede cantar. Muy naturalmente. Quien piensa cómo pagará sus deudas, él no tiene dinero en su caja. Quien no piensa en esto, su caja está llena. Si viene alguien a él y le dice que tiene que tomar cierta suma, él abre la caja y pregunta:

¿Cuánto te debo?

Tanto. Entonces, él saca el dinero y paga. La gente contemporánea piensa mucho. Si surge una pregunta acerca de alguna virtud, ellos empiezan a pensar; para el conocimiento también piensan; para hacer el bien – de nuevo piensan -. Esto muestra, que sus cajas están vacías.
Toda la gente piensa, pero los alumnos de la enseñanza Divina, también piensan, y sus cajas están vacías. Si vuestras cajas están vacías, trabajaréis sobre la música. Sin la música, no podéis ser alumnos. Al entrar en la escuela, el alumno pasa un examen de música. Este es el primer examen. Os darán una canción ligera, pero debéis de cantarla de acuerdo con todas las reglas de la música.

¿Al cantar mal qué sucede?

Si no la cantáis correctamente, fracasaréis en el examen. Cantaréis y pensaréis, pero no en la opinión de los que os rodean, sino en el canto como un arte. La música ejerce una gran influencia sobre la educación del hombre, y al mismo tiempo ella entona. Cada hombre, espiritual o mundano, tiene su canción favorita. Si vais a su casa y lo encontráis en un estado específico – irritado o abatido -, cantadle su canción favorita, y ved la influencia que esta tendrá sobre él. No pasarán más de dos o tres minutos, y su estado cambiará.

Así que, cantaréis la gama durante dos semanas seguidas:

Por la mañana, después de levantarse del sueño, tres veces; y por la noche, antes de acostarse, de nuevo tres veces. Al mismo tiempo, haréis vuestras observaciones para ver qué influencia tendrá la gama sobre vosotros. Vosotros queréis aprender ciencias grandes y aprovecharse de las fuerzas de la naturaleza, pero sin la música nada podréis lograr. Las vibraciones de las fuerzas naturales son mucho más altas e inalcanzables para el oído humano.

¿Cómo vais a percibirlas si no podéis distinguir dos tonos musicales?.

He aquí porqué, os aconsejo que trabajéis sobre la música. Sin música no hay logros. En la naturaleza razonable hay tal música que puede juntar los granos de la arena en un sitio, o que destruye la piedra más dura en partículas pequeñas. Esta música es capaz de detener la corriente de un río, y al mismo tiempo, ella puede obligar a una fuente seca a que empiece a brotar de nuevo. Por lo tanto, si alguien se queja de que se ha secado, y que no tiene vida en si mismo, la causa de esto se esconde en el hecho, de que él ha dejado de cantar. Si alguien dice que Dios no le ama, su fuente se secará.

¡Cantad y alabad a Dios para que fluyan las fuentes de vuestra vida! –

Estoy triste, no puedo cantar -. Exactamente ahora cantarás. Cuando estás triste, es cuando tienes necesidad de canción, y no cuando estás alegre y bien dispuesto. Cuando estáis enfermos cantad. Con la canción os vais a curar. Si tenéis un postema, cantad la gama: tres veces por la mañana y tres veces por la noche – así el postema saldrá y sanará. Aquella gente que ha perdido la música dentro de sí, no puede curarse. Mientras la música está en ellos, fácilmente superan las enfermedades, las indisposiciones, los problemas, etc. Estás enfermo, tienes 40º de temperatura, pues,

¡Canta!.

La canción disminuirá la temperatura y te sentirás mejor. Cantad en todas las condiciones de vuestra vida, para que veáis que gran influencia tiene la música en todos los aspectos de la vida humana. Esto es lo que nos interesa, y no las contradicciones en la vida. Contra lo negativo y lo desarmónico saldremos con armonía, es decir, con música y canción. Esta es la causa de que la música se aplica por doquier: en las escuelas, en las iglesias, en los hogares.

¿Qué madre no ha cantado a su niño para adormecerlo y calmarlo?

Debido a nuestra relación con la música, alcanzamos dos caminos en la vida:

Uno ascendente y otro descendente. El camino ascendente es el camino correcto, también llamado el camino derecho, que incluye todas las fuerzas ascendentes con sus formas, con su contenido y con su sentido. El camino descendente es llamado también el camino izquierdo. Él incluye todas las fuerzas descendentes, expresadas en sus formas correspondientes, y con sus correspondientes contenido y sentido.

¿Lo qué entendemos bajo el precepto “camino”?

El camino incluye todas las posibilidades que la vida requiere en cada momento dado. En este sentido la música es uno de los medios que conduce al hombre por el camino ascendente, o sea, por el camino correcto de la vida. Exactamente por eso cada vida debe empezar con música.
Cuando cantáis la gama, no vais a cantar como los alumnos de las escuelas ordinarias – recitando los tonos uno tras otro -, sino que cantaréis con pensamiento.

Pensando el canto:

Cuando toméis el tono “do”, pensaréis que ahora empezáis la vida, es decir, que ahora entráis en la vida; cuando cantáis el tono “re”, pensaréis que debéis recoger material para formar la vida; en “mi”, pensaréis para la distribución de este material; en “fa”, para su combinación y su aplicación en vuestros asuntos; en “sol”, pensaréis como edificar vuestra casa; en “la” – como enlucir las paredes -; en “si” – como poner las puertas y las ventanas -.

Entonces:

Al llegar hasta las puertas y las ventanas, no vais a mirarlas como cosas mecánicas, sino que tendréis un comportamiento consciente hacia ellas. La ventana representa el orificio por el cuál la luz entra, no solo en la casa del hombre, sino también en su mente. Así también, la puerta es el sitio por el cuál el hombre entra y sale, o sea, es un camino del movimiento del alma humana. Así pues, haced pruebas cantando la gama, pero que en este canto, el alma participe también. Esto significa que no solo la mente y el corazón tomarán participación, sino también el cerebro, el sistema respiratorio, la laringe, los pulmones, y el corazón. Dicho en una palabra, que toda la esencia del hombre cante, y que cada célula vibre.

Todo el cuerpo participa del canto:

El sistema cerebral y el sistema nervioso simpático también deben participar en el canto. Sólo así aprenderéis a hablar correctamente, o sea, musicalmente. Cada día cantad la gama varias veces seguidas, hasta que adquiráis pureza en el canto; que cada tono sea puro, claro y determinado. Para que cante correctamente, el hombre debe tener unos pulmones fuertes y bien desarrollados, también debe respirar profundamente. Para el desarrollo de los pulmones, contribuyen las excursiones, y especialmente el montañismo.

Para la siguiente vez, escribid sobre el tema:

“La utilidad de subir a las cimas de las montañas”.

Los temas que se dan en la escuela, no son voluntarios, por eso debéis dirigirse a ellos con la seriedad necesaria. Ellos descansan sobre ciertas leyes. Re-escribid los temas en un cuaderno aparte, y de vez en cuando leedlos. En cada nueva lectura, en vuestra mente aparecerán pensamientos nuevos. Cuanto más avancéis, tanto más complicados serán los deberes que se os darán, para los cuales debéis estar listos. Más adelante, conectaréis los temas.

Por ejemplo, se os dará que escribáis:

“La relación entre la música y las cimas de las montañas”.

Hay casos donde más complicados son los temas, tanto más preparación se requiere del alumno. Lo importante es que ahora pongáis una base fuerte de vuestro estudio, para que podáis edificar sobre ella vuestra vida futura. El deber de la escuela que seguís es grande. Ella tiene como meta, por un lado desarrollar las virtudes – el amor, la sabiduría, la verdad -, y por otro lado – los sentimientos y las habilidades mentales – fe, esperanza, música, razonabilidad, imaginación, mente creativa, intenciones buenas -, que regulan la vanagloria, el orgullo, etc.

Desarrollamos el lenguaje:

También así ella favorece el desarrollo del lenguaje en el hombre y crea formas correctas para la vida. Cuando llega a las fuerzas destructivas en el hombre, la escuela da métodos diferentes con los cuales estas fuerzas se pueden utilizar para hacer un trabajo útil con ellas. Cada centro cerebral está relacionado con una cierta corriente cósmica que debe de utilizarse razonablemente. Alegraos de que hay cosas que podéis aprender y trabajo que podéis hacer. Imaginaos que sois un alumno en la secundaria, o un estudiante en la universidad, y fracasáis en un examen.

¿Qué vais a hacer?

No tenéis dinero para seguir. Vuestro patrón se niega a manteneros.

¿Debéis de desanimarse y pensar cómo poner fin a vuestra vida? –

¡Jamás! -, es mejor que encontréis una manera de superar vuestra dificultad. ¡Aplicad la música! Empezad a cantar la gama en grado ascendente, y pensad en la vida como si fuera un camino ascendente. Cuando lleguéis al “do mayor”, empezad a descender y deciros:

“El fracaso del examen no es otra cosa sino el grado descendente de la gama”.

En ese caso cantaréis la gama pura y correctamente tanto en el grado ascendente, como en el grado descendente. Después de esto, empezaréis a cantar de nuevo en grado ascendente. Cuando aprendáis a cantar correctamente la gama, tanto al subir como al bajar, vosotros aprobaréis bien vuestro examen. Así que, si fracasáis al examen, no os lamentéis, porque se os da una oportunidad de prepararse mejor y de poner una buena base de vuestro estudio.

¿Hay provecho si accidentalmente recibís una buena nota, sin que hayáis asumido todo el material?

El alumno debe saber, que no puede pasar de una clase a otra, sino hasta que haya aprendido bien el material. Aquí no se permite astucia ninguna, o sea, que penséis que vais a pasar sin conocimientos. En el conocimiento no se permiten vacíos ningunos – todo está relacionado uno con otro -. Si no sabes el material anterior, no podéis avanzar. Si te presentas así a un examen, fracasarás.

Por lo tanto:

Los sufrimientos son el fracaso de un examen. Estudiarás y te presentarás de nuevo al examen hasta que lo apruebes. Después de esto vendrá la alegría. Alguien piensa que es virtuoso, pero cuando se presenta al examen fracasa. Entonces, hay algo que no ha sabido. No es fácil que seas bueno. Es un arte que sepas cómo y dónde manifestar el bien. Hombre bueno es aquel que sabe como utilizar las fuerzas razonables de la naturaleza y aplicar en el sitio apropiado. El hombre bueno se distingue por su habilidad de dar a cada fuerza Divina una forma correspondiente. Quien es bueno sabe qué formas corresponden a las fuerzas de la naturaleza, en los diferentes estados del hombre y en las diferentes edades. Él trabaja infaliblemente con las fuerzas y con sus formas. Así el alumno adquiere mayor luz en su camino.

Aquel que quiere trabajar conscientemente sobre sí mismo, que aplique la siguiente regla:

Que empiece con las medidas pequeñas y no con las grandes. Por ejemplo, alguien se va a trabajar y al salir de la casa empieza con pasos grandes, teniendo prisa de llegar cuanto antes a la meta. Fácilmente se cansará y se detendrá a la mitad del camino, sin que cumpla su trabajo. Si veis que alguien sale de su casa con una marcha rítmica, no exagerada, hacia el final del camino él todavía puede acelerar su marcha, y aumentar sus pasos para llegar a tiempo al sitio determinado. Cumplirá bien su trabajo, porque piensa en el momento presente y no en el futuro. Por lo tanto, como alumnos mirad que aprendáis la lección que hoy se os ha dado, y no penséis en la de mañana. Si queréis terminar inmediatamente con vuestro libro, no vais a lograr nada.

¡Pensad solamente en el próximo paso, y no en todo el camino!

El alumno de la primera clase piensa solo en esta. Si empieza a pensar en cómo y cuándo terminará la primaria, la secundaria y la universidad, o cómo lo van a recibir en la vida, él nada cumplirá.

Soñar el futuro:

Muchos alumnos gustan soñar en su futuro, pero así pierden sus fuerzas por nada. Con sus sueños ellos se alzan en diferentes áreas, y pierden su tiempo en vano, sin que logren nada. Los sueños se permiten fuera de la escuela, pero no dentro de ella, donde el programa está lleno. Quien quiere soñar, que descienda al infierno. Ahí está el sitio de los grandes sueños, proyectos y planes. Es el sitio de todos los sueños y planes de la humanidad. Cuando alguien quiere llegar a ser grande, Dios lo envía al infierno, para que vea los sueños y los planes grandes de los sacerdotes prominentes, maestros, madres y padres. Para que no descendáis antes de tiempo al infierno, utilizad los métodos de la escuela Divina, que abre el camino del alumno hacia los trabajos pequeños, guiándole poco a poco hacia los más grandes.

A vosotros también les digo:

Empezad con los impulsos más débiles dentro de vosotros, con las fuerzas más pequeñas, y poco a poco andad hacia adelante. Si empezáis con los impulsos grandes, vosotros tropezaréis por si mismos. Quien empieza con las medidas pequeñas, él es capaz de trabajar también con las grandes. Si tu padre te deja una riqueza grande con la cuál tu puedes trabajar, esto está en el orden de las cosas. Pero si tu padre no te deja nada, y tú, de la nada haces algo, entonces eres un hombre verdadero. Para esto se requiere una mente luminosa, un corazón noble y una voluntad fuerte. Hasta que adquiráis estas cualidades, trabajad con las fuerzas pequeñas. Así ha trabajado toda la gente grande. Por eso está dicho que lo pequeño se bendice.

Fuente:

-http://www.bratstvoto.net/vehadi/menues/b2/likcia1.html