La alquimia es la ciencia sagrada de la naturaleza II

La alquimia es la ciencia sagrada de la naturaleza II

La alquimia es la ciencia sagrada de la naturaleza II, es la continuación de la primera parte y nos adentra en su fantástico mundo. Lleno de idealismo y espiritualidad y un profundo conocimiento de la manera en que actúa la naturaleza.

La alquimia es la ciencia sagrada de la naturaleza II
La alquimia es la ciencia sagrada de la naturaleza II

La alquimia es la ciencia sagrada de la naturaleza II:

Presentación:

En la segunda parte de su obra El Azoth o medio para hacer el Oro oculto de los Filósofos, Basilio Valentin nos presenta su tercera imagen acompañada de una explicación [que aquí aparece en mayúsculas para diferenciarla de los comentarios de los demás autores]. (1)
Eugenio Filaleteo que cita casi textualmente esta explicación en su tratado El Cielo Terrestre (2) la atribuye, sin revelar su nombre, a “uno de los Hermanos de la Rosa-Cruz, cuyo testimonio” –dice:

“Equivale al mejor de todos ellos, y cuya instrucción es excelente con creces”.

Hemos pensado pues, recurrir especialmente a la competencia y experiencia de Eugenio Filaleteo, así como a las de Louis Cattiaux, para comentar esta imagen de manera adecuada.

Explicación:

Soy diosa, de excelsa belleza y de raza ilustre. Nací de nuestro propio mar, rodeo toda la tierra, soy siempre móvil…

“¿Quién conoció la alegría en esta escuela del viento cocido y palpado desnudo?” E. d’Hooghvorst (3)
“En esta Hyle (4) –dice Ramon Llull– todos los elementos y todos los principios naturales, tanto los medios como los extremos, fueron mezclados potencialmente en una forma confusa de agua”. Y aquel océano espermático primitivo llena todo este espacio que atribuimos hoy al aire, ya que: “se extendía hasta el círculo lunar.” E. Filaleteo (5)

“No obstante, esta naturaleza cambiante de la que habla, es la primera sustancia visible y tangible que Dios ha hecho.” E. Filaleteo. (6)

“En términos claros, es a esta sustancia a la que llamamos comúnmente la Primera Materia.” E. Filaleteo (7)
“Es una virgen pura y blanca, parecida a aquello que es muy puro y simple… Es la Esposa de Dios y de las estrellas… Quien ignore esto no podrá nunca acceder al Arte, ya que no sabe lo que debe buscar.” E. Filaleteo (8)
“En verdad es algo como la plata viva vulgar, aunque de un brillo trascendente celeste que no tiene parecido con nada en la tierra.” E. Filaleteo (9)

…Y la leche y la sangre fluyen de mis pechos. Cuece estas dos cosas hasta que se hayan convertido en oro y en plata, y superen las demás. Enriquezco a quien me posee.

“No es otra cosa que una continua cocción…” E. Filaleteo (10)
“Esta sustancia fina es el hijo de los elementos, y es una virgen muy pura y muy dulce, puesto que nada ha sido todavía engendrado por ella. Pero si en algún momento engendra, es por el fuego de la Naturaleza, ya que es su esposo. No es animal, ni vegetal, ni mineral, no se extrae de los animales, ni vegetales, ni minerales, sin embargo es preexistente a todos ellos, puesto que es su madre.” E. Filaleteo (11)

“Este vapor fue, pues, el vehículo que hizo subir la pura tierra virginal para que pueda casarse con el sol y la luna. Y ahora la hace volver a bajar dentro de sus entrañas, impregnada de la leche de uno y de la sangre del otro. A saber, el aire y el fuego, y estos principios son predominantes en estas dos luminarias superiores.” E. Filaleteo (12)

“No se somete más que al amor, ya que su fin es la generación y ello nunca se ha hecho con violencia. Quien sabe seducirla y jugar con ella, recibirá todos sus tesoros. En primer lugar expande, del extremo de sus mamas, una agua pesada y espesa, tan blanca como la nieve, que los filósofos llaman leche virginal. En segundo lugar, da la sangre de su propio corazón, un fuego vivo y celeste, llamado de forma impropia por algunos, su azufre. Por fin y en tercer lugar, le regala un cristal de roca secreto que tiene más valor y lustro que la roca blanca y todas sus rosas. He aquí lo que es, he aquí sus favores: ásela si puedes.” E. Filaleteo (13)

“El servidor fugitivo y despreciado que nutre misteriosamente al mundo, se ha vuelto el maestro fiel y preciosísimo que nutre en secreto a los elegidos de Dios. ¿Quién verá lucir el verbo? ¿Quién palpará la luz? ¿quién saboreará el perfume? ¿Quién? ¿Quién? ¡Oh!, ¿quién encarnará a su Señor en un corazón depurado?” L. Cattiaux (14)

¡Oh fundamento preciosísimo, que produce todas las cosas en estas tierras. A pesar de que en primer lugar seas un veneno, decorado con el nombre de águila fugitivo! La primera materia es la simiente blanca y roja, en cuyo cuerpo están encerradas la sequedad y las lluvias. Y ocultadas a los impíos, a causa del ornamento y del manto virginal, esparcida por toda la tierra.
“El esperma está oculto en el cuerpo de la tierra y en el de la lluvia.” L. Cattiaux (15)

Tus padres son el sol y la luna: y el agua y el vino operan también en ti, como el oro y la plata dentro de la tierra, a fin de que el hombre se regocije en ello de esta manera. Dios, bondadosísimo y magnánimo, reparte su bendición y su sabiduría con la lluvia y los rayos del sol para la gloria eterna de su nombre. Pero, ¡oh mortal! Considera aquí cuales son las cosas con las que dios te obsequia.

“El sol y la luna nos iluminan, la lluvia y el rocío nos riegan, pero nadie comprende la prodigiosa doctrina de Dios que basta para todo” L. Cattiaux (16)
Atormenta el águila hasta que haga correr lágrimas, y el león hasta que se haya debilitado tanto que desee la muerte llorando.
“…te diré que el águila, es el agua, ya que es volátil y emprende su vuelo en las nubes como un águila, sin embargo no estoy hablando de ninguna agua vulgar. El león verde es el cuerpo, o la tierra mágica, con el cual debéis cortar las alas del águila, es decir, fijarla, a fin de que ya no pueda volar” E. Filaleteo (17)

“Y la tierra contiene un poder coagulador, astringente, al igual que el agua contiene parcialmente una facultad dulcificadora, disolvente.

La tierra pues se vuelve a cerrar sobre sí misma y encierra en ella el fuego, por lo que no puede haber ninguna generación o vegetación a menos que la tierra esté abierta, para que el fuego pueda obrar allí con toda libertad. Es lo que podemos ver en el grano de trigo, donde la facultad astringente, terrestre, ha ligado todos los demás elementos y los ha terminado en cuerpo seco compacto. No obstante, este cuerpo, mientras está seco, o según dice nuestro Salvador: mientras permanece solo (Jn 12, 24) es decir, mientras permanece sin agua, no puede dar fruto. Pero si cae en la tierra y muere, es decir, que es disuelto por la humedad celeste, ya que la muerte no es otra cosa que disolución, entonces engendrará mucho fruto, como nuestro Señor lo atestigua.

Ver mas: La alquimia es la ciencia sagrada de la naturaleza.

El agua es, pues, la que disuelve, y la disolución precede la vida, ya que en cuanto el cuerpo está abierto el espíritu ya se mueve en él, percibiendo en el disolvente o agua del rocío, otro espíritu, al que desea ser unido.

Este espíritu es el aire, encerrado en el rocío o agua, y este aire es llamado en los libros del filósofo: el agua de nuestro mar, el agua de vida que no moja las manos. ¿Pero quién puede creerse que hay una agua seca oculta en la humedad?… Se le llama agua de vida, ya que este aire encierra en sí un fuego, que es la vida universal, todavía no especificada, y por este motivo se armoniza con todas las vidas particulares y está bien dispuesto para con toda especie de criaturas.” E. Filaleteo (18)

La sangre de éste, conjunto con las lágrimas del águila, es el tesoro de la tierra. Estos dos animales tienen por costumbre engullirse el uno al otro, perseguirse con un amor mutuo y tomar la naturaleza y la propiedad de la salamandra.

Si permanecen entremezclados en el fuego sin por ello ser ofendidos, disipan las enfermedades de los hombres, de los animales y de los metales.
Después de que los antiguos filósofos tuvieran el conocimiento de este misterio, han buscado cuidadosamente el centro del árbol, que está en medio del paraíso terrestre, entrando en él por las cinco puertas contenciosas.

“Ahora bien, el fuego particular especificado o vida del grano, que es el imán vegetal, atrae hacia sí el fuego universal o vida, que está oculto en el agua, y con el fuego atrae el aire, que es el vestido o cuerpo del fuego… Aquí se encuentra pues el fundamento sobre el que está construido todo el misterio del crecimiento y de la multiplicación natural…” E. Filaleteo (19)

“La regeneración y la redención, es descubrir y comer el fruto puro del árbol único que expulsará de nosotros el hedor, la oscuridad y la inercia fatal de la muerte.” L. Cattiaux (20)
… la quinta y última puerta, es la proyección sobre los metales imperfectos. Aquél que alcanza esta puerta está lleno de gloria y riquezas, ya que posee la medicina universal para todo tipo de enfermedades, y es la prueba de lo que contiene el libro de la naturaleza, del que sale todo el alfabeto.

Este misterio, el más antiguo de todos, subsiste desde el principio, incluso antes de la creación de adán, y es la ciencia de la naturaleza, que Dios, bondadosísimo y magnánimo, ha inspirado por su verbo.

Potencia admirable, fuego vivificante, rubí purísimo, oro rojo y luciente, y bendición de esta vida. Pero, debido a la malicia de los hombres, este misterio de la naturaleza no es descubierto a muchos hombres, a pesar de que su materia se encuentre continuamente ante la vista de todos, y sea viva…
“Lo que toca el ojo no se ve.” L. Cattiaux (21)

“La naturaleza y los antiguos sabios enseñan casi al descubierto los secretos divinos, pero sólo Dios es quien da su comprensión” L. Cattiaux (22)

“Dicho Verbo de regeneración es pues aquella simiente de la promesa o cielo de los filósofos, que brilla con todo el esplendor de los astros luminosos. Abraham fue llevado a verlo en contemplación.
…Asimismo, el verdadero filósofo debe, necesariamente, conocer al Salvador del macrocosmos: es el cielo de los filósofos o Verbo de regeneración; sólo hay uno en todo el mundo, en todas las cosas; se le encuentra en los cuerpos de los animales, de los hombres, de los brutos, de las plantas, de los árboles, las frutas, los metales, los minerales y las piedras.

Por ello, si alguna vez has conocido esta cosa única y si la ocultas en lo más secreto, íntimo de tu corazón, podrás llevarla contigo, secreta y en seguridad adonde vayas, por mar o por tierra, o si deseas hacerte un camino entre las rocas o los fuegos.” E. d’Hooghvorst (23)

“Permíteme pues, lector, que requiera tu paciencia, puesto que dejaré este descubrimiento a Dios, quién, si tal es Su voluntad bendita, puede llamarte y decirte: Ésta es la Materia, y así es como la trabajo.” E. Filaleteo (24)
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Notas:

1-Véase Bibliothèque des philosophes chimiques, t. III, chez André Cailleau, París, 1741, p. 162-166.
2- Véase La Puerta, nº 28, p. 26.3- E. d’Hooghvorst,
3- El Hilo de Penélope, Arola ed., Tarragona, 2000, p. 341,aforismo 19.
4- O primera materia, con la que el mundo ha sido hecho.
5- T. Vaughan, dit Eugène Philalèthe, Oeuvres complètes, ed. La Table d’Émeraude, Saint-Leu-la-Forêt, 1999, p. 476.

6- Ibídem, p. 228.

7- Ibídem, p. 227.
8- Ibídem, p. 98.
9- Ibídem, p. 228.
10- Ibídem, p. 260.
11- Ibídem, p. 228.
12- Ibídem, p. 499.
13- Ibídem, p. 229.
14- L. Cattiaux, El Mensaje Reencontrado, Arola ed, Tarragona, 2000, XXI 28’.

15- Ibídem, I 30’.

16- Ibídem, XXV 4’.
17- T. Vaughan, op. cit., p. 376.
18- Ibídem, pp. 500-501.
19- Ibídem, p. 501.
20- L. Cattiaux, op. cit., XIX 68’.
21- Ibídem, I 19’.
22- Ibídem, VI 19’.
23- E. d’Hooghvorst, El Hilo de Penélope, t. II., Arola ed., Tarragona, 2006, pp. 133-134.
24- T. Vaughan, op. cit., p. 247.

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