Fórmulas de curación: Oración Recomendaciones de Peter Deunov Milagros Y decretos de sanación

Fórmulas de curación
Fórmulas de curación del búlgaro  Peter Deunov, fué un Maestro espiritual muy sabio.
él enseñó el lugar y el papel del hombre en el universo.

LA ORACIÓN OBRA MILAGROS Y DECRETOS DE SANACIÓN

 

Fórmulas de curación
Fórmulas de curación: La oración
Fórmulas de curación: Un espíritu enorme
Fórmulas de curación: El maestro Deunov

Introducción:

Las fórmulas de curación del búlgaro  Peter Deunov, fué un Maestro espiritual muy sabio.
él enseñó el lugar y el papel del hombre en el universo; la naturaleza y la sociedad; la comprensión de la cultura, la ética, la psicología, la medicina, la música, etc., como materias espirituales. Creó la Paneuritmia que hoy se interpreta y se danza en los Estados Unidos; Canadá; Francia; Rusia; Congo; y en otros países del mundo. Su legado y su enseñanza sobre Dios ha sido un faro de luz enorme. UN SER DE ELEVADA CONCIENCIA.

PANEURITMIA: Sistema de ejercicios físicos acompañados de música que se realizan por la mañana en la naturaleza

Sus fórmulas de curación:

 

Para conocer si vuestra voluntad se ha desarrollado, si tenéis voluntad de aplicar una fórmula oculta, la mejor prueba es la siguiente: alguna vez os duele la barriga, probad vuestra voluntad. Pongan la mano izquierda atrás sobre la espalda y la mano derecha por delante sobre la barriga, concentrad vuestra mente y pronunciad la siguiente fórmula: “Pido que la enfermedad cese”. Si no recuerdas esta fórmula, dí: “La enfermedad ha cesado”.

            Toma la mano del enfermo y mentalmente di: 
“Señor, Tú Eres fuerte y potente. Si quieres puedes librar a este hombre de sus sufrimientos”.

Para deshipnotización se hacen pases contrarios: 
“¡En el Nombre del Amor Divino, en el cuál no hay cambio, en el Nombre de la Sabiduría Divina, y en el Nombre del Verbo Divino, que así sea!” (se sopla)
Esta es una ley interna. (se hacen tres veces pases contrarios).

Si estás enfermo dí:
“¡Señor, te amo!” y sanarás. La fuerza Divina se manifiesta en los momentos difíciles de la vida.
          »  Aquel, cuya conciencia está despertada, puede curar solo con su pensamiento. Cuando se enferma, él inmediatamente eleva su pensamiento y ahí erige su error que es la causa de su enfermedad. Luego, él desciende a su corazón donde también erige su error que es la causa de su enfermedad. Por fin desciende al área de la voluntad y ahí erige su error. Después de esto dice: ¡Que se haga la voluntad  de Dios! Cuando dice así, la enfermedad y su dificultad desaparecen».
            El amor es una fuerza potente que cura todas las enfermedades. Si pronunciáis correctamente la palabra Amor ya podéis curarse. Por ejemplo, si sufrís de reumatismo, digan profundamente dentro de sí, con fe y confianza en lo Grande: 
Dios es Amor y en el Amor no existen enfermedades”.
Si decís dos o tres veces estas palabras, vuestra enfermedad desaparecerá. Cuando decís las palabras Dios es Amor, levantaos inmediatamente de su cama. 

Cuando os encontráis delante de ciertas dificultades y sufrimientos, digan: “¡El Amor viene!” Si eres pobre o
 Fórmulas de curación
Fórmulas de curación: Lugar donde se ejecutaba

enfermo o estás indispuesto dí: “¡El Amor viene!”. El Amor es una gran fuerza de la cuál los espíritus malos, las dificultades y los sufrimientos huyen. No hay cosa más bella para el hombre que esto, que se haga consciente de que el Amor ya viene en el mundo. El Amor sobreentiende la Presencia de Dios.

  “¡Te agradezco, Señor, que me has enviado este sufrimiento!, ¡Te agradezco, Señor, que me has enviado esta alegría!, ¡Señor, Te agradezco por todo lo que me envías!” Todo es de Dios. Tal es la Voluntad Divina.

            “¡Señor, en Ti confío,  a Ti encomiendo mi carga!, ¡Te amo, Señor!, ¡Te agradezco, Señor, porque has decidido limpiarme!”
            En caso de insomnio di: 
“Esta noche debo dormir. Yo debo dormir y pediré ayuda a la Conciencia Infinita, para que me envíe sueño”
            En caso de insomnio di con fé: 
“Señor, yo soy impotente, Tú Eres fuerte, manifiéstate.”
            Cuando os duele alguna parte, pongan la mano sobre el sitio enfermo y pronuncien lo siguiente: 
“Esta es la vida eterna que (yo) Te conozca a Ti el Único Dios Verdadero y a Cristo a Quien has enviado. Esta es la vida eterna para que (yo) conozca el Amor”.
            “Escucho, me levanto, soy sano, soy fuerte, soy bueno.”
(Mientras se pronuncia esta fórmula, que marche como un soldado mentalmente)
            “Yo soy movilizado para servir a Dios”.
            “El Señor es bueno”. Con estas palabras se curan todas las enfermedades.
            “Señor, Tú siempre Eres bueno. Nunca me has dejado. Y ahora me rescatarás. Yo creo en Ti y a Ti dejo mi debilidad”.
Siembren un bancal con hermosos claveles, y mientras lo caváis y lo regáis, alegraos de ellas, diciéndoles: “¡Oh, vosotros, ángeles, serafines y querubines, criaturas célebres y prudentes, científicos perfectos, vestidos con ropas blancas, ceñidos con cinturones de oro, ayúdenme para que sane y que me alegre de vosotros!”.
            Si estás enfermo, imagínate que el Sol y la luz caen sobre ti como una ducha y como que si te encuentras en un mar de luz, de poder, de salud, de potencia, de bondad, como que si estás sumergido en Dios. Si la enfermedad está en un sitio determinado, dirás hacia el sitio enfermo:“¡Sal de aquí, yo tengo trabajo, yo debo servir a Dios, vete!”. 
Si la enfermedad está por todo el cuerpo, dirás: “¡Vete de mi!”.
Harás pases con la mano derecha desde arriba hacia abajo, acercarás tu mano a la boca, la sacudirás hacia adelante y al mismo tiempo soplarás tres veces.
Ejercicio: La mano derecha hacia arriba, la izquierda hacia abajo, poniéndose en cuclillas, con lo cual  los dedos de la mano izquierda tocan la tierra y entonces se dice: “¡Yo me conecto con el centro de la Tierra y que a través de mi mano izquierda el mal pase a este centro!”
Luego el cuerpo se levanta, la mano derecha va hacia abajo, la izquierda hacia arriba y se pronuncia: “¡Yo estoy conectado con todas las fuerzas inteligentes, con todas las criaturas Divinas razonables y con Dios, y que la energía Divina pase libremente a través de todo mi cuerpo!”.Todo esto se repite tres veces. La fórmula se pronuncia mentalmente con un temblor sagrado en el alma.
“Yo soy joven y puedo trabajar con afán 20 años más”. Con estas palabras podemos alargar nuestra vida.
Hoy día la gente muere antes de tiempo porque no trabajan conscientemente. Ellos no saben como trabajar y para quién trabajar, para que alarguen su vida. Si ellos desean sinceramente servir a Dios, y cumplir su voluntad, su vida se alargará. El hombre no debe ocuparse con el otro mundo antes de que haya terminado su trabajo en la Tierra (Fórmulas de curación: Oración).
“¡Alargaré mi vida!” Con estas palabras podemos alargar nuestra vida. 

“Señor, en Ti está toda mi confianza. Ayúdame, envíame Tu ayuda. Prometo servirte y dedicar mi vida a Ti.”
            “Señor, de aquí por delante yo dedicaré toda mi vida a Ti, trabajaré para Ti. Déjame en la Tierra”
            “Yo, quien sirvo al Señor, quiero que todo mi cuerpo esté sano, porque pertenece al Señor. Él es una célula del Gran Cosmos, por eso debe ser sano”.
            Os voy a dar un diagnóstico para que podáis conocer si amáis a Dios. Toses mucho. Di a ti mismo: “¡Amo al Señor!” Si la tos cesa, tú verdaderamente amas a Dios. Si no cesa, tú no Le amas. Eres pobre. Di: “¡Amo al Señor!” Si la pobreza te abandona, tú amas a Dios. Si no te abandona, no Le amas.
            Estás indispuesto, di: “Yo creo en Dios dentro de mí, creo en Dios fuera de mi.”
            “Yo y el Padre somos uno”. Así ha dicho Cristo.
            “Dios es Amor, Dios es Luz, Dios es Vida, que sea bendito Su Nombre, ahora y por todos Sus tiempos.”
            “Dios es Amor, Dios es Vida, Amor santo, Amor santísimo.”
            Pon tu mano izquierda del lado izquierdo de tu cabeza y dí con disposición: “Señor, por Tu Gloria, derrama óleo de salud y de vida en mis células, para que Te sirva con alegría y con gozo.”
            “¡Pureza, pureza derrama, Señor, en mi cuerpo, en mi alma y en mi espíritu!”
            Cuando sientas que estás indispuesto, agrio, nervioso, di varias veces lo siguiente: “¡Señor, calienta mi corazón con Tu Amor!”.
            Si vuestra mente está obnubilada, diréis: “Señor, ilumina mi mente con Tu Espíritu” o: “Señor, da luz a mi mente a través de Tu Espíritu.”

En caso de que vuestras manos estén frías, díganse mentalmente: “En mí hay una pequeña desarmonía. La arreglaré.”
Esto muestra que habéis cometido error en el Amor.
            “Yo estoy movilizado, yo tengo trabajo. Yo sirvo a Dios y por eso todos los espíritus que producen enfermedades que se vayan”.
            Estás indispuesto, di: “Ahora Dios está dispuesto. Todos los mundos y todos los ángeles son alegres. ¿Por qué entonces yo tengo que tropezar?”
            Fórmula con movimientos: “Escucho, me levanto, soy sano, soy fuerte, soy bueno”.
Los movimientos son:
en “escucho”las manos tocan con las palmas las orejas, luego se alzan hacia arriba paralelamente por encima de la cabeza y se pronuncia “me levanto”, luego las manos se colocan horizontalmente a los lados con palmas hacia adelante y se dice “soy sano”, de ahí, se llevan hacia dentro hasta que las palmas toquen los pechos y se dice: “soy fuerte”,después de esto, descienden hacia abajo y se dice “soy bueno”.
            Si estás enfermo, di: “Señor, de aquí por delante Te serviré con toda mi mente, corazón, alma y con toda mi fuerza”. 
Donde quiera que estés, en cualquier condición en que te encuentres, sea como labrador de la tierra, de la viña, como trabajador de la fábrica, que sirvas por doquier con amor desinteresado, sin dinero alguno (Fórmulas de curación: Oración).
            Hagan una prueba con vosotros o con otros que están en su lecho de muerte, diciendo: “¡Señor, de aquí por delante dedicaré toda mi vida a Ti! ¡Trabajaré por Ti! ¡Déjame en la Tierra!” y haz una confesión delante de Dios en tu alma.
            Alguien se enferma de muerte, que se vuelva a Dios con las palabras: “¡Señor, si esto, que se nos predica en Tu Nombre es verdadero, ayúdame a sanar! ¡Prometo que Te serviré!”
El que haga la prueba sinceramente y de corazón puro, por si mismo se convencerá, que el Señor es vivo.  Yo quiero que conozcáis a Este Señor y que os convenzáis de mis palabras.
            Cuando sientas un pesar en tu estómago, levántate, pon tus manos sobre la barriga, la derecha sobre la izquierda con pulgares uno contra otro y dí: “¡Todos mis trabajos están arreglados!”
            Cualquier enfermedad que tengas, toma tu sitio enfermo y dí: “¡Servirás al Señor!”. Alégrate de todo, porque esta determinado que esto ocurra (Fórmulas de curación: Oración).
            Hagan una prueba con las palabras: “Dios es Amor.” Que veáis que fuerza se esconde en ellas. Introducid estas palabras en vuestra mente, en vuestro corazón, y en vuestra voluntad, y veréis  que si estáis enfermos sanaréis. Si hasta ahora habéis mirado de aquí por delante veréis, si solo habéis sentido, de aquí por delante amaréis. Una fuerza grande y potente es el Amor, pero debéis de saber como aplicarla.
            Subrayan con tres líneas, de que estaréis arreglados en los tres mundos – Arreglados en pensamientos, sentimientos y acciones -. Decíos la fórmula: “¡Yo estaré arreglado en mis pensamientos, en mis sentimientos y en mis hechos, para que vea la vida y que sirva conscientemente.”
Leed (estudiad) cada palabra y pensad en la estructura, en el sentido de cada palabra. Porque ¿sabéis una cosa?, que os digo yo, en vosotros no quedará enfermedad ninguna si vosotros lográis mover vuestra vida armónicamente. Alguien dice: “¡Yo no tengo dinero!” La riqueza, la felicidad, la alegría consisten en el entendimiento interno de la vida (Fórmulas de curación: Oración).
            Alza tu mano derecha hacia arriba y di: “Señor, invoco a todas las fuerzas razonables que llenan todo el Cosmos, todas las fuerzas constructivas que construyen y curan, que me conecte con ellos y que aparten todas las fuerzas impuras que molestan a mi salud”.
            “¡El Gran Espíritu del Universo, Quien vivifica todas mis células, que me dé vida y salud!”.

            “Dios es Amor, Dios es Luz, Dios es Vida.” Pronunciad estas palabras porque ellas esconden una gran fuerza y sirven para sanación de enfermos (Fórmulas de curación: Oración).

Fórmulas de curación
Fórmulas de curación: BAILES Y MOVIMIENTOS


En el cuerpo del hombre hay médicos – células específicas -, que son mejores que los médicos más excelentes de la Tierra. Ellos están en el hombre y dicen: “Amo, tú sólo danos tus opiniones y mandatos, lo que tú quieras, nosotros lo haremos”. Ellas pueden curar perfectamente. 
Pídeles y dí: “Os pido que recojáis todos los datos, necesarios para mi sanación y cread todas las condiciones para trabajar.”
Dilo sólo una vez, sin que interfieras más en su trabajo. Lo dirás con fe, sin duda y con buena disposición, porque si no, la ley no vale (Fórmulas de curación: Oración).
            Diréis a la enfermedad: “Dios, a Quien yo sirvo, os ordena que me desatéis. ¡Yo voy a hacer un trabajo Suyo y sin falta debo cumplirlo!”.
            Una inglesa  enferma  12 años, casi llegó a ser inválida. Un día encontró el libro “Curación de manera Divina”, donde se dice que cuando alguien empieza a creer en Dios y acepta Su Amor, puede sanar de todas las enfermedades, y así ella decidió dedicar su vida en servicio a Dios. Y dijo a sí misma tranquilamente pero con firmeza: “Acepto el Amor Divino como base de mi vida”. Repitió estas palabras por largo tiempo, insistiendo con afán y como por un milagro se levantó de su cama.
Así se curaba aquella gente que con paciencia esperaban su sanación. Ellos fueron preparados internamente.
Cristo les ha dicho: “Que se haga de acuerdo con vuestra voluntad”. Tal es el caso con la mujer que estaba enferma por 12 años sangrando, también con aquel que estuvo enfermo por 38 años,  o con aquella madre a cuyo hijo Cristo resucitó. Este mismo día en Israel murieron muchos hijos. Pero Cristo resucitó solo uno. ¿Por qué? – Él estaba listo -. Y cuando venga el Cristo no va a sanar a todos, sino solo a aquellos cuya conciencia estará despertada (Fórmulas de curación: Oración).
El Maestro

Conclusión:

Hoy podemos discutir algunas frases y como modificarlas de acuerdo a nuevos sentimientos y conocimientos espirituales que se han revelado, pero la esencia de su mensaje es invaluable. Nada de lo que éste maestro ha enseñado se puede desechar dado el nivel de espíritu del que hoy presentamos. Su trabajo se desarrolló en enseñar oraciones de sanación, oraciones de salud y oraciones que hoy se llaman decretos. Pero también oraciones de amor  y esperanza definitiva para los enfermos.  Espero hayan disfrutado de sus enseñanzas tanto como yo. Fórmulas de curación, un tesoro (Fórmulas de curación: Oración).

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